Desde que Dios formó al ser humano, nos invitó a trabajar con Él; instituyó el trabajo para que fuera una bendición y un beneficio para nosotros.
Fuimos creados para buenas obras, y trabajar en las tareas de la casa es una manera de mostrar la importancia del trabajo y el propósito que Dios le dio.
¿Qué representa trabajar en conjunto con los hijos?
Pasar un tiempo de calidad único, en el cual pueden crearse lazos más estrechos que dan paso a la madurez y al crecimiento.
Invitarlos a cooperar con los adultos, porque también necesitan ayuda. Si nuestros hijos pueden ayudar con diversas tareas, permitamos que lo hagan.
Enseñarles sobre lo satisfactorio que es completar una tarea. Tan pronto como sea posible, permitamos que participen en las tareas de la casa, y dependiendo de la edad, pueden ayudar con tareas más complejas o más sencillas.
Establecer ritmos de orden. Hay tiempo para trabajar y tiempo para descansar. El trabajo nunca termina, y por eso también es necesario descansar.