Lectio Divina
La práctica espiritual de Lectio Divina es para los que desean encontrarse y rendirse ante el Dios vivo por medio de tiempo intencional en Su Palabra. Leer con esta intención ayuda en el proceso de crecimiento espiritual. No se busca simplemente extraer información acerca de Dios sino pasar tiempo con Dios y permitir que hable a nuestro cuerpo, mente, espíritu. Requiere un esfuerzo deliberado de escuchar con atención.
Normalmente, la Lectio Divina sigue este ritmo:
Silencio (preparar el corazón y la mente, entrar a la presencia de Dios, intencionalmente soltar las presiones y distracciones del día)
Lectio (leer uno o dos versículos lentamente y en voz alta, asombrarse de cada palabra, detenerse en imágenes, conceptos o palabras que llaman la atención sin juzgar ni analizar; simplemente escuchar y esperar)
Meditatio (leer el versículo una vez más, meditar y saborear la verdad encontrada, atesorar la Palabra de Dios, abrir el corazón a la invitaciones que Dios puede susurrarte de manera personal)
Oratio (responder, orar, leer el versículo una tercera vez, comenzar un breve diálogo con Dios, compartir con Dios preguntas, inquietudes o agradecimientos en respuesta a lo que te mostró personalmente)
Contemplatio (contemplar, descansar y disfrutar la presencia de Dios, permitir que la Palabra de Dios empape todo tu ser, pedirle a Dios que la Palabra transforme en lo más íntimo de nuestro espíritu para después ver el fruto en la vida diaria, renunciar a la voluntad propia y recibir lo que Dios ofrece)
Si esta es una disciplina nueva para ti, inténtalo. No te desesperes si es la primera vez y es incómodo. Muchas veces, Dios usa la incomodidad para hablarnos y sanarnos. Persevera.
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